Salamanca Es Deporte

Enseguida analizaremos todo lo que ha sucedido el la 3ª RFEF y en la Regional de Aficionados, como siempre con las voces de los protagonistas que representan a los equipos de nuestra provincia.

Normalmente, en el inicio de cada programa suelo hacer un pequeño resumen de lo que os vamos a contar en el día, pero hoy me siento obligado a cambiar el guion, el tono y hasta el semblante habitual en mí.

Este fin de semana ha sido muy triste para el fútbol salmantino. Y sí, digo fútbol y no “colectivo arbitral” a secas. Creo que el hecho de que tengamos que hablar de situaciones como las vividas en el Anexo del Reina Sofía, el Luis García de Peñaranda o el Justo Sánchez Paraíso de Carbajosa hablan realmente mal de este deporte que tanto nos gusta.

Y es que, cuando se viven situaciones como las de este sábado y domingo, cuando los árbitros, en este caso, sufren agresiones verbales y físicas por personas que no merecen ensuciar este amado deporte de la manera que lo hacen, uno se pregunta si merece la pena ponerse el uniforme de colegiado y saltar al terreno de juego por 25 míseros euros.

El sábado en el partido Unionistas C - Béjar Industrial de la 2ª División Provincial Cadete, el entrenador del equipo local, el señor Manuel García Ruano, cruzó de banda a banda el terreno de juego para zarandear al árbitro del partido, un chico de 20 años, y para decirle que todo lo que estaba sucediendo era culpa suya y que era un subnormal. Una vez expulsado, este “formador”, tuvo la feliz ocurrencia de lanzarle un cabezazo al compañero colegiado; los reflejos y la suerte hicieron que el golpe solamente rozase la frente de Steven, al cual envío un fuerte abrazo y todo mi ánimo y el de la familia de Salamanca Es Deporte.

Todo esto en un partido en el que los chavales que están jugando tienen 14 o 15 años, con una grada llena de padres que lejos de condenar el suceso, rieron la gracia del agresor y no dejaron de recordarle al árbitro, que, recordemos, está solo en el campo, que la culpa de todo lo que estaba pasando era suya y solamente suya, por no hablar de los insultos, que se escuchan de manera muy nítida en alguno de los vídeos que circulan por los medios de comunicación y por los grupos de Whatsapp.

Si a esto le sumamos lo sucedido en el partido de Regional de Aficionados del peñaranda contra el Villa de Simancas, de lo cual hablaremos en un ratito, y del incidente “menor”, si nos atenemos a la gravedad del suceso del reina Sofía, sucedido en la mañana de ayer en Carbajosa, el fin de semana es, cuanto menos, asqueroso y vomitivo.

Tenemos que erradicar de una vez por todas todo tipo de violencia de los terrenos de juego de nuestra provincia. Cualquier otro mensaje me tendrá enfrente, sin paliativos. No podemos seguir normalizando que en un partido se escuchen insultos, amenazas, coacciones, vejaciones, desconsideraciones… y, ni mucho menos, agresiones físicas. Quiero recordarle a toda la familia del fútbol de nuestra provincia que sin árbitros no hay fútbol. Si no empezamos a respetar la figura del árbitro y empezamos a verlo como lo que es, un deportista más, que se va a equivocar siempre por mucho empeño que tenga en hacerlo lo mejor posible, va a llegar un día en el que los propios árbitros digan basta y dejen de hacer aquello que más les gusta y que, le guste a muchos o no, es imprescindible para el normal desarrollo de este deporte.